Tamazulapam del Espíritu Santo y San Pedro y San Pablo Ayutla Mixes, una historia de odios encontrados, de confrontaciones estériles, de muertes, con manos externas inmiscuidas en cada una de ellas azuzando el conflicto para que jamás alcancen un acuerdo de paz verdadero.
Increíble, pero desde hace 50 años, un manantial es la “manzana de la discordia”.
Una problemática muy delicada que lleva cinco décadas de confrontación por un conflicto de agua y agrario, donde ninguna de las dos partes ha mostrado voluntad para alcanzar acuerdos que los lleve a superar de forma definitiva esa disputa.
De acuerdo al expediente en poder de este espacio, que contemplan 62 minutas firmadas del 2017 al 2019, las que a partir de mayo ya estuvo presente en las mesas de conciliación el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, las autoridades federales y estatales dejan claro que ellos son intermediarios, no parte del diferendo y está el compromiso para propiciar la solución al problema pronta y pacífica.
ANTECEDENTES
Las comunidades de San Pedro y San Pablo Ayutla; Santa María Tlahuitoltepec; Tamazulápam del Espíritu Santo; Santo Domingo Tepuxtepec y Santa María Tepantlali, solicitaron al titular del Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, el reconocimiento y titulación de sus terrenos comunales el 10 de septiembre de 1959.
Por resolución presidencial de fecha 22 de septiembre de 1975, se reconoció y tituló a las comunidades antes citadas como mancomunidad, con una superficie de 59, 639-53 hectáreas.
En el 2006, la mancomunidad decide incorporarse al Programa de Certificación y Delimitación de Derechos Ejidales (PROCEDE) y derivado de los trabajos efectuados en la mancomunidad, estos deciden promover ante el Tribunal Unitario Agrario del Distrito 22, con sede en Tuxtepec, Oaxaca, el juicio de jurisdicción voluntaria para disolver la mancomunidad.
El 3 de diciembre de 2007, el Tribunal de referencia resuelve la disolución de la mancomunidad, quedando de la siguiente manera: Santa María Tlahuitoltepec con una superficie de 12, 462-16-53.954 hectáreas; Santo Domingo Tepuxtepec 16, 646-23-89.829 hectáreas y Santa María Tepantlali 5,347-20-52.23 hectáreas.
Sin embargo las comunidades de Ayutla Mixes y Tamazulápam del Espíritu Santo decidieron continuar con la mancomunidad, con una superficie de 25, 183-92-19.987 hectáreas, en virtud de no convenir respecto a su línea de colindancia.
PROBLEMÁTICA
El lugar denominado “El Manantial Meejy Ajpy”, ubicado en la línea de colindancia de Tamazulápam del Espíritu Santo y San Pedro y San Pablo Ayutla es la “manzana de la discordia” entre las dos comunidades que ha cobrado vidas, debido al aprovechamiento que realizan del agua.
Ambas comunidades tienen títulos de concesión otorgados por la Comisión Nacional del Agua. San Pedro y San Pablo Ayutla ha aprovechado el agua desde hace más de 50 años.Tamazulápam del Espíritu Santo por la ubicación geográfica en la que se encuentra no ha extraído agua de “El Manantial Meejy Ajpy”.
A partir del 3 de enero de 2018, la Dirección de Asuntos y Proyectos Estratégicos Municipales dependiente de la Secretaría General de Gobierno proporciona seguimiento al tema relacionado exclusivamente con la distribución del agua que proviene de dicho manantial para ambas comunidades.
Y es de resaltar que el tema del conflicto agrario, se abordará una vez que las dos comunidades tengan el aprovechamiento del vital líquido, tal como se ha establecido en los acuerdos realizados en la Segego.
Pues bien.
Como se muestra en las fotografías que les compartimos, aunque varios de su gabinete le aconsejaron al Gobernador Murat que no acudiera a las comunidades en conflicto, el Mandatario oaxaqueño acudió al llamado, también hay que decirlo, estuvo primero en el Palacio Municipal de Tamazulápam del Espíritu Santo, donde en una mesa redonda platicó con las autoridades municipales y comunales, encabezadas por el Edil Amado Miguel Miranda y en el que la propuesta primordial es alcanzar el acuerdo de paz y respuestas en lo que es competencia del Gobierno estatal como es el agua, mientras que lo agrario es de orden federal.
Por la tarde del mismo día acudió a la reunión con autoridades municipales de San Pablo y San Pedro Ayutla Mixes, la cual estuvo encabezada por el presidente municipal Rubén Olivares Martínez en donde la postura de los demandantes es que Tamazulápam haga uso del manantial ubicado en el paraje “Meejy Ajpy” a través de un cárcamo de bombeo, esa fue la postura en un principio de Tamazulápam que Ayutla aprobó y después los primeros se retractaron y pidieron que la extracción fuera por gravedad.
Aquí está atorado el problema, porque según los argumentos de Ayutla Mixes esa propuesta complica la solución al conflicto y piden al Gobierno de Oaxaca no insistir en ella, la cual violenta acuerdos mutuos, puesto que para ejecutarlo los de Tamazulápam piden hacer uso de más terrenos de Ayutla, mientras que el cárcamo de bombeo no compromete más territorio de esa población.
A su vez la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informa que existen ocho asignaciones para uso público de agua para Ayutla Mixes y otros ocho igual para Tamazulápam, ¿qué más quieren?, si van a partes iguales.
Sin embargo, autoridades municipales y comunales de Ayutla Mixes solicitaron ante un Juez Federal de Primer Distrito una suspensión definitiva, de acuerdo al juicio de amparo 597/2019, para notificar al Gobierno del Estado no ejecutar esa exigencia de gravedad como pide Tamazulápam porque violenta los derechos de posesión de sus tierras comunales ante el riesgo eminente de despojo.
El juez resolvió conceder la suspensión solicitada para efecto de que si el tendido de las tuberías del agua que se dice se va a conectar pasa sobre terrenos de los quejosos, se mantenga en el estado que actualmente guardan y no se realicen estos trabajos en los terrenos que conforme a las constancias de posesión exhibidas se encuentran ubicadas.
Señalan que Tamazulápam no tiene ningún problema de abastecimiento de agua y ello está evidenciado en sus estudios técnicos hidrológicos, y desmienten que se haya dado un acuerdo de mesa permanente de diálogo en la Secretaría General de Gobierno.
Toda esta exposición está plasmada también en el documento que Ayutla Mixes le hizo llegar a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero el 20 de agosto de 2019, cuyo compromiso del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador fue que la responsable de la política interna del país estaría en Oaxaca para atender el problema, pero hasta el momento este “acuerdo” no se ha cumplido.
Y en la narrativa de hechos de la misma fecha del 20 de agosto de 2019, la Segego expone que las manifestaciones de San Pedro y San Pablo Ayutla Mixes son las siguientes:
1.- La conexión inmediata del manantial en disputa sin condiciones. 2.- Restitución de 25 predios que reclaman a Tamazulápam del Espíritu Santo como requisito previo a la conexión del servicio de agua de esa población. 3.- Aceptan que Tamazulápam se conecte por cárcamo de bombeo.
Y Tamazulápam del Espíritu Santo, a su vez, exigen que la conexión al manantial debe darse de forma inmediata y simultánea para ambos municipios. Que la infraestructura sea por gravedad. Que San Pedro y San Pablo Ayutla se desista del amparo promovido que impide la conexión de Tamazulápam del Espíritu Santo.
Se confirma en este mismo documento que entre ambas comunidades se acordó tener una mesa permanente de diálogo en la Segego.
Hasta ahí está atorado el problema, pero es importante también resaltar que no ha sido por falta de voluntad tanto del Gobierno estatal como federal, porque si no lo vemos no lo creemos, el expediente contempla 62 minutas, donde ha quedado de manifiesto la falta de voluntad de ambas partes en disputa, porque cualquier pretexto ha sido bueno para que rompan las mesas de diálogo.
Por parte del Gobierno de López Obrador, han intervenido desde el 8 de agosto de 2019, Nancy Ortiz Cabrera, delegada federal, quien ha presidido reuniones en la Sedatu junto con funcionarios de la Procuraduría Agraria, así como representantes de la Guardia Nacional por el tema de la seguridad en la zona en conflicto, la misma Secretaría de Gobernación, la Junta de Conciliación Agraria, Comisión Nacional del Agua, la Delegación Bienestar y la Fiscalía General de la República.
Pero tal pareciera que las manos externas inmiscuidas en ambas comunidades, como son la de sacerdotes, asesoras lingüistas y hasta funcionarios federales, no abonan a la paz, deben dejar que sean las partes en conflicto y nadie más, las que alcancen los acuerdos definitivos, porque solo ellos, tienen la solución en sus manos, no seguir poniendo pretextos para no alcanzar acuerdos, llevan 50 años en confrontaciones estériles que no los conduce a nada.
Con esa falta de voluntad ninguna autoridad sea del orden estatal o federal, y del color que toque, los va a poder ayudar a solucionar su problemática, deben pensar en las nuevas generaciones que requieren de mejores alternativas de vida, las y los niños y jóvenes tienen derecho a vivir en un ambiente de paz y armonía, ¿por qué negárselos?
Es cardiaco el impasse en que se encuentran ambas poblaciones, ojalá prevalezca la cordura, la sensatez y la voluntad para llegar a una paz definitiva.
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