CDMX.- De cerca, sin el anonimato que dan las curules alejadas y de espaldas al público, como están en el Palacio Legislativo de San Lázaro, los diputados de la mayoría en el gobierno se mostraron tal cual en su sede alterna, donde aprobaron este viernes el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020: una bancada unida, alegre, de risa fácil, que ganó por números… pero perdió el debate.
“¡Quieren moches, quieren moches!”, fue su respuesta a toda demanda: más recursos a la atención del cáncer; para combatir violencia contra la mujer; atender a la niñez; restablecer estancias para mujeres violentadas; delinear responsabilidades para garantizar abasto de medicinas, y restablecer recursos para agua, seguridad y carreteras.
Los legisladores de profesión economistas, abogados, maestros o líderes sociales, todos invocaron como un mantra: “¡Quieren moches!”, ese que fue empleó a modo de argumento para no modificar un peso al dictamen de presupuesto, que en el debate en lo general y en lo particular se llevó nueve horas.
En Santa Fe, en donde se exiliaron por no poder ingresar a su sede oficial y que estuvo hasta ayer bajo asedio de organizaciones sociales, los diputados de Morena, PT, PES, PVEM e independientes acuñaron esa frase como la explicación universal para decir no a todo reclamo por más recursos.
El coordinador de la bancada morenista en la Cámara Baja, Mario Delgado, somnoliento y despeinado, pero feliz por el resultado, festejó a carcajadas la ocurrencia de los moches, que logró implantar él mismo.
La oposición, más reducida sin 77 de 78 diputados del Partido Acción Nacional (PAN) –que prefirieron no acudir– intentó convencer, aunque fue en vano.
Cayó en lo mismo y terminó revirando: “¡Beeee¡, ¡beee¡” a los de la Cuarta Transformación.