En pleno brote del coronavirus en Italia, el papa Francisco suspendió un encuentro con el clero en Roma. El jefe de prensa del Vaticano Matteo Bruni dijo que tuvo una “leve indisposición” y que decidió quedarse en la zona cercana a la residencia en Santa Marta para recuperarse. Aunque aclaró que celebró su misa diaria.
El pontífice se quedará en el hotel Santa Marta, dispuesto como su residencia, con el fin de que se recupere.
Estaba previsto que el jefe del Estado Vaticano sostuviera hoy una reunión en la Basílica de San Juan de Letrán, con el fin de iniciar la Cuaresma con una misa de penitencia.
No se conocieron detalles de la afección que tiene el jefe de la Iglesia, al que un día antes se lo vio toser y sonarse la nariz durante la misa del Miércoles de Ceniza. Tenía previsto presentarse en la Basílica de San Juan de Letrán para reunirse con religiosos romanos y celebrar una misa de penitencia para iniciar la Cuaresma, pero ante su cuadro optó por no hacerlo. Su vocero explicó que el resto de la agenda “procederá regularmente”.
En los últimos días tuvo una intensa actividad, que incluyó una audiencia pública general de los miércoles y luego los ritos del Miércoles de Ceniza en una basílica romana. Durante la audiencia se acercó a los fieles en primera fila para darles la mano, besó a un bebé durante su paseo con el papamóvil por la Plaza de San Pedro y al final saludó a varios obispos. Los prelados parecieron evitar besarle el anillo o abrazarlo, como harían normalmente.
El personal médico del Vaticano está disponible 24 horas para detectar posibles casos de coronavirus y se colocaron dispensadores de gel desinfectante para las manos en las oficinas donde trabaja el personal.
Con información de Radio Fórmula