Después de una serie de jaloneos, inconformidades y reproches, un grupo de ganaderos así como comerciantes de alimentos, lograron su instalación en el baratillo de San Antonino Castillo Velasco.
Un cerco de policías municipales, fue instalado en inmediaciones de este lugar con el objetivo de evitar la aglomeración de personas y así frenar la propagación del Covid-19.
Sin embargo y bajo el argumento de que viven al día, los comerciantes se agarraron a dimes y diretes, para poder ingresar a esta zona de este municipio, que registra un caso de Covid-19.
Después de unos minutos, los ganaderos lograron instalarse, por lo que hasta el lugar se trasladó personal de la Jurisdicción Sanitaria 1 y de la Policía Vial.
Las autoridades realizan recorridos constantes para verificar que quienes asisten al baratillo utilicen cubrebocas y los vendedores ofrezcan gel antibacterial.
En Ocotlán de Morelos, la situación es prácticamente la misma, algunos comerciantes se instalaron en su tradicional tianguis, sin embargo aquí las autoridades brillaron por su ausencia.
Las medidas sanitarias no se han aplicado en este lugar, aseguraron los propios vendedores ante la indiferencia del edil morenista Raúl Mendoza Vásquez.