- La iniciativa presentada en la Diputación Permanente, busca establecer como requisito, el certificado de salud psicológica para contraer matrimonio.
San Raymundo Jalpan, Oax. 02 de mayo de 2020.- Con la finalidad de prevenir la violencia en el núcleo familiar, fue presentada ante la Diputación Permanente del Congreso Local, una reforma al Código Civil del Estado, para establecer como requisito para contraer matrimonio, un certificado de salud psicológico-emocional.
La propuesta, presentada por la diputada Maritza Escarlet Vásquez Guerra, a través de la iniciativa de reforma con proyecto de decreto, consiste en adicionar dicho requisito a la Fracción X del Artículo 100 del Código Civil del Estado de Oaxaca.
La iniciativa justifica que los contrayentes, previo al matrimonio, deben conocer su estado físico, mental y emocional, mediante un diagnóstico clínico, cuya finalidad esencial es prevenir cualquier tipo de violencia, que pueda derivar en daños de difícil reparación física, psíquica y emocional.
También, busca procurar la estabilidad del matrimonio como base de la familia, así como contribuir a erradicar el número de casos por hechos violentos entre los miembros de la familia; que derivan en la separación de las parejas y el abandono de los hijos.
El documento turnado a Comisiones Legislativas, señala que, desafortunadamente en la actualidad, es común escuchar que “los matrimonios ya no duran”, lo cual se debe a múltiples factores sociales y culturales. De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, del año 1994 a 2018, el número de divorcios pasó de 35mil 029 a 150mil 556 casos.
La iniciativa también detalla que, especialistas en psicología, han demostrado que el divorcio trae como consecuencia: experiencias traumáticas y complejas entre los esposos, más aún si existen hijos, pues sufrirán severas afectaciones emocionales por la separación de sus padres.
Lo anterior genera que los menores de edad presenten mayor riesgo, en la edad adulta, de ser violentos en sus relaciones futuras y/o refugiarse en algún tipo de adicción, para evadir los efectos de la violencia en la que viven, con las consecuencias que esto conlleva.