* “Si no vendemos placer, no vivimos, así de fácil chula”, revelan
*El covid-19 les arrebata el sustento y la seguridad a decenas de mujeres transexuales en centro de Oaxaca
*Ninguna autoridad sanitaria se acuerda de ellas, pero contrario a muchos, se protegen con cubrebocas y gel antibacterial
Su trabajo las ha obligado a convivir con la delincuencia, alcoholismo y drogadicción, pero no con el nuevo virus que hoy mantiene al mundo paralizado.
El Covid-19 les ha arrebatado la seguridad y el sustento a decenas de mujeres transexuales porque el vacío en las calles se acentúa en cada fase de la pandemia.
La noche ha sido su aliada por más de 20 años; Elena y sus amigas han conocido los secretos más íntimos de las calles: todo lo bueno y lo malo que se registra cerca de la zona centro de la capital oaxaqueña.
Son “odiadas” por los más moralistas y queridas por gran parte de la sociedad, quienes con los años las han protegido y apoyado para hacer valer sus derechos; sin embargo desde el 2015 a la fecha se han registrado más de 70 crímenes contra este sector y miles a nivel mundial por lo que este 17 mayo fue instaurado como Día Internacional Contra la Homofobia, para crear conciencia.
Se preparan para salir a las calles
Los rayos del sol mueren entre las colinas, la luz de un farol de la calle de Ignacio Zaragoza a unos pasos de la Avenida Periférico de la capital es el punto de reunión.
El ruido de los tacones y las sombras de los cuerpos de mujeres altas, bajas, de cabello corto o largo son señal de que están cerca.
Elena, se abraza de la esperanza, suspira y se desespera: “este chingado virus nos está matando. Esto está más solo que mi vida. Si no vendemos placer no vivimos, así de fácil chula”.
Mientras divisa las calles de Zaragoza y Mier y Terán en espera de un cliente, ella toma un sorbo de la caguama que apenas pudo conseguir, para agarrar valor y fuerza ante la posibilidad de no obtener recursos para sobrevivir.
“¡No mana al gobierno le valemos! No nos ven, no nos oyen como ha sido siempre, no existimos para ellos, sólo cuando se trata de votos y de dinero para la bolsa de ellos entonces nos buscan”.
Elena, al igual que otras ocho mujeres se consideran vulnerables a contraer el virus, sin embargo no lo son para las autoridades municipales, quienes hasta hoy no las han apoyado con víveres.
Familiares y amigos las apoyan con cubrebocas y gel antibacterial
A ella y sus amigas, sus familiares y conocidos les han regalado cubrebocas y gel antibacterial “sabemos que quizás no es obligación del gobierno, pero mínimo nos hubieran dado alguna platica antes de que arreciara esta cosa, la pandemia”.
Hasta el 2019, la subdirección de Control Sanitario del Gobierno Municipal que encabeza, Oswaldo García Jarquín contaba con el registro de 12 personas transexuales que ofrecían sus servicios sexuales, sin embargo Elena asegura que son poco más de 30.
La autoridad municipal señaló que el servicio sexual se ha extendido a por lo menos nueve calles de la capital oaxaqueña.
De las ganancias y gastos
Elena, la china, Lucrecia, Fany entre otras son trabajadoras independientes, no tienen que pagar cuotas, pero si tienen que solventar sus gastos de renta, comida y accesorios.
Las ocho, que se prostituyen en la esquina de Ignacio Zaragoza, al menos seis tienen que pagar rentas que oscilan desde los mil 500 hasta los dos mil 500 pesos dependiendo de la ubicación del cuarto.
“Las rentas son muy caras. Aquí en el centro te cobran una millonada por eso vivimos en las orillas cerca de Atzompa, por Santa Rosa o Viguera y pues tenemos que gastar en doble pasaje”, dice Fany quien se muestra más incrédula ante el virus.
Todo lo contrario a la china, quien dice tener miedo no sólo por el Coronavirus sino también por sus consecuencias “150 o 200 pesos que nos paga el cliente no nos alcanzará para curarnos si nosotras agarra esta cosa”.
Consciente o inconscientemente ellas han improvisado sus métodos de sanidad; ellas mantienen su distancia, usan cubrebocas y no dejan su gel antibacterial, pese a que han sido olvidadas por las autoridades.