Como un camino de piedras, describe la periodista Soledad Jarquín Edgar la impunidad que se ha fraguado en la búsqueda de justicia para su hija María del Sol, quien fue asesinada el 02 de junio del 2018 en Juchitán de Zaragoza, junto con otras dos personas.
Desde ese día, la vida de la también premio nacional cambió, dio un giro inesperado; a la lista de mujeres a las que la violencia les ha arrebatado la vida en el estado y el país se sumaba, Sol.
“Ha sido un camino de piedras”, aseguró en su momento Soledad Jarquín, quien fue elegida recientemente como presidenta del jurado del Premio Nacional de Periodismo.
Durante los primeros días y meses después de la masacre de Sol así como de Pamela Terán Pineda candidata a la presidencia de Juchitán de Zaragoza y su escolta, se destapó y sigue destapando una trama de corrupción, desvío de recursos públicos para campañas electorales y encubrimiento sistemático.
María del Sol Cruz Jarquín trabajó en la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI), como jefa del departamento de Comunicación, sin embargo fue obligada a laborar en la campaña del hermano de su jefe.
Soledad Jarquín ha mencionado en reiteradas ocasiones que a su hija la condicionaron al manifestarle que sino se sumaba a la campaña perdería su trabajo.
Tres meses después del triple asesinato, las autoridades detuvieron a Jehú “n”, quien salió libre semanas después, porque el juez no encontró elementos para vincularlo a proceso. Mientras que en el 2019 justo un año después de los hechos de violencia fue capturado José Eduardo “n”.
A este último se le vínculo a proceso como probable copartícipe de este caso, pero hasta la fecha no se han llevado acabo las audiencias correspondientes y se ha suspendido toda acción judicial debido a la emergencia sanitaria que se vive por el Covid-19.
Aunque a Hageo Montero hermano de
Francisco Javier Montero ex jefe de la fotoperiodista María del Sol, se le multó con 90 mil pesos, no ha sido pagado debido a que se encontraba ilocalizable.
La familia de Sol, inició previo a la conmemoración de los dos años de su asesinato, la campaña denominada “Hasta que la justicia llegue”, a la cual se han sumado periodistas, artistas y el obispo Raúl Vera.