Habitantes de Santa María del Mar solicitaron la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), organismos de derechos humanos local y nacional para que tomen las acciones preventivas y apremiantes para proteger la vida de las niñas y niños, de las mujeres y los hombres, así como de los adultos mayores que habitamos esta comunidad.
Además de solicitar la presencia de la Guardia Nacional (GN), en esta zona de la región del Istmo de Tehuantepec ante los hechos violentos que se han registrado en últimos días.
En una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Alejandro Murat así como a organismos de derechos humanos expusieron que desde hace 10 años se han quedado sin acceso a su comunidad.
“El 19 de octubre del 2019, el pequeño pueblo Ikoot de Santa María del Mar, que se ubica en una franja de tierra en las costas del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, cumplimos 10 años sin acceso por vía terrestre a nuestra comunidad y sin energía eléctrica”.
Durante ese tiempo, dijeron la población entera ha sufrido muchas carencias pues hay que atravesar el mar para surtirse de los más elemental, “en este lapso largo de tiempo hemos vivido experiencias fatídicas como la vivida el día 7 de enero del 2017 cuando los fuertes vientos voltearon una lancha muriendo ahogadas tres personas”.
“Es obligación del gobierno local procurar una vida digna para todos nosotros, pero acá en Santa María del Mar las dificultades para recibir atención adecuada en salud, educación, las enormes complicaciones que tenemos para el abasto de víveres, el libre tránsito y sobre todo la seguridad, nos dejan claro la ineficacia en seguridad, en procuración e impartición de la justicia del gobierno local”.
En la carta señala que en marzo del 2017 el gobierno del estado creó una ficticia comisión llamada ostentosamente “Comisión de Alto Nivel”, integrada por funcionarios sin ninguna capacidad.
“No les basta el infortunio de los más de 1500 habitantes que somos, nos mienten, nos engañan y tienen en el olvido. Las graves omisiones gubernamentales han ensangrentado este territorio, en sus acciones solo vemos un apetito insaciable por nuestras riquezas naturales y marítimas. Los recientes hechos de muerte y dolor en la zona, nos dan razones suficientes para preocuparnos por nuestra integridad, somos los más pequeños, los más indefensos y los más alejados de esta franja costera”.