El trámite de algunos procedimientos de extinción han tardado hasta 20 años, lo que ocasionó que se siguieran pagando honorarios a los fiduciarios mandatarios, dijo en entrevista Óscar Guerra, comisionado del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
“La extinción de fideicomisos es algo natural: unos mueren; otros nacen… La lista de los que se extinguen va cambiando, pero este proceso puede demorar años”, comentó.
El comisionado explicó que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de 2015 había observado que en algunos procesos de extinción de fideicomisos no se tenía claro el tiempo que demoraba, unos pueden llevar hasta 20 años desde que se había iniciado este proceso y lo que había ocasionado seguir pagando honorarios a los fiduciarios mandatarios.
En materia de transparencia, a pesar de haberse extinguido el fideicomiso o que estén en el proceso, se les obliga a mantener su información por lo menos cinco años, “no pueden borrarla porque se considera información de valor histórico”, concluyó Óscar Guerra.