Un artículo publicado este viernes en The Guardian pone en evidencia el desconcierto que provoca a especialistas en salud la negativa de México para la realización de pruebas de detección de COVID-19.
The Guardian inicia el artículo señalando cómo el propio presidente Andrés Manuel López Obrador se ha negado, en diversas ocasiones, a usar cubrebocas excepto cuando viajó a Washington.
En el caso de las pruebas, se señala que en el país este tipo de diagnósticos están restringidos incluso para las personas que presentan síntomas de COVID-19 así como para los médicos, enfermeras y paramédicos que las tratan.
De acuerdo con el medio, el conteo de la Universidad Johns Hopkins revela que México realiza solo tres pruebas por cada 100 mil personas. El 66.9 por ciento de los resultados fueron positivos el 15 de julio, el último día de datos disponibles.
Johns Hopkins señala que esta alta tasa de positividad significa que el gobierno solo evalúa a pacientes muy enfermos cuando acuden por atención médica, pero no tiene una red de análisis más amplia.
“Exactamente por qué México se niega a realizar pruebas ampliamente desconcierta a los expertos en salud pública”, cuestiona The Guardian.
“Algunos sospechan que el presidente ve las pruebas como un gasto superfluo: AMLO ha pronosticado que la pandemia terminará más temprano que tarde y ha utilizado la crisis para impulsar un paquete de recortes profundos al gasto gubernamental”, señala.
Malaquías López-Cervantes, profesor en salud pública de la UNAM, refirió al medio que la estrategia gubernamental se basa en la idea del máximo ahorro, pero que no está produciendo resultados.
Por otro lado, otros expertos creen que en México se intenta copiar el enfoque sueco de minimizar los cierres para limitar el impacto de la pandemia.
Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, aseguró que la estrategia inicial del Gobierno de México fue disparar la inmunidad colectiva y se enfocó en que ello.
Sin embargo, pese a los esfuerzos, la estrategia falló y el país incrementó el número de muerteshasta superar a los de España, Francia e Italia y se acerca de los de Reino Unido.
“El zar del coronavirus de México, Hugo López-Gatell, se ha opuesto firmemente a las pruebas generalizadas, calificándolo de ‘una pérdida de tiempo, esfuerzo y recursos’”, indicó.
Pero, The Guardian asegura que esta estrategia puso a México a la deriva, y expertos en salud pública criticaron que en lugar de realizar pruebas, el país prefiriera hacer cálculos y estimaciones basándose en muestras de únicamente 475 clínicas de todo el país.
Los especialistas aseguran que este sistema no proporciona información lo suficientemente contundente como para tomar decisiones a nivel local.
Además señalaron que dos tercios de los municipios que abrieron durante la reapertura no realizaron ni una sola prueba y, posteriormente, sufrieron mayores tasas de contagios.
López-Cervantes además predijo que con la continua apertura de México de la economía en general las cosas van a empeorar.
“La diferencia más importante con Europa es que en México comenzaron a regresar al trabajo cuando tenían muy pocos o ningún caso. México comenzó su reapertura cuando estaba en una fase ascendente de la epidemia “, puntualizó.