Sin dejar atrás el colapso financiero y corrupción heredados por las administraciones panistas de Felipe Calderón Hinojosa y priista de Enrique Peña Nieto, que si son culpables, por supuesto, deben ser castigados, pero sin hacer tanta pantomima con una consulta avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que solo servirá para tirar el dinero que México no tiene, ahora Andrés Manuel López Obrador ordena desaparecer $68 mil millones de pesos de 109 fideicomisos.
Solo que anoche en la discusión en San Lázaro se tuvo que posponer la discusión para martes seis de octubre, no alcanzaron los 251 votos que requería Morena para sacarla y se reservaron los 400 artículos completos del dictamen que reforma diversos instrumentos legales en materia de fideicomisos.
Es decir, quedó en suspenso. Se registraron sólo 222 diputados y diputadas, que bien puede ser una estrategia de los morenos, porque la discusión fue muy ríspida y deja mal parado al propio presidente AMLO.
Es un absurdo que traerá más pobreza y desempleo en nuestro país, pero además deja en total indefensión a los defensores de derechos humanos y periodistas, a deportistas, no se podrá hacer frente a los desastres naturales, dejan abandonados la ciencia y tecnología, la cultura, una verdadera catástrofe jamás antes vista. Bueno, si lo hizo con los niños y niñas con cáncer, imagínense qué le puede importar lo demás.
Bajo la justificación de reorientar recursos para atender la crisis sanitaria y económica que dejará la COVID-19, diputados de Morena insisten en desaparecer 109 fideicomisos, cuyos fondos están especificados para atender desastres climatológicos, becas deportivas, de investigación científica, así como producciones cinematográficas, pero sobre todo a activistas de derechos humanos y periodistas cuando son amenazados de muerte y tienen que ser protegidos, entre otros.
¿Quiénes asesoran al Presidente?…¿O se asesora sólo como si fuera todólogo?…De por sí su imagen está ya bastante devaluada y si sigue en esa dinámica de retroceso y absurdos, quién sabe qué pasará en el 2024.
Después de observar la forma en que doblaron a los ministros y ministras de la Corte, como el propio presidente Arturo Zaldívar, vergonzoso papel, y desde anoche es uno de los responsables de la tragedia nacional, qué podemos esperar ya, si nuestra máxima autoridad de justicia en este país, valió y se puso de tapete con AMLO.
Hay una situación grave de fondo en este tema de los fideicomisos, AMLO enfrenta serios problemas financieros y no tiene de dónde sacar más dinero para sostener su administración que va en picada, luego de que se acabaran las reservas por sus ocurrencias que no han dado buenos resultados y no ha sabido administrar sus gastos, todo se le ha ido para sus grandes proyectos de Tres Bocas, Tren Maya, Santa Lucía y el Corredor Transístimico.
Un exceso, sus prioridades de gastos en proyectos que quien sabe si logrará terminarlos, son más grandes que las necesidades del pueblo.
La iniciativa de reforma que pretenden aprobar en un albazo los de la 4T en la 64 Legislatura Federal fue una avalancha morenista contra toda razón y argumentos, a pesar de la oposición de algunas bancadas como el PRI, PAN, PRD y MC, así como el frente de gobernadores panistas que anunciaron su rechazo absoluto a la iniciativa, la cual calificaron de irresponsable.
Quienes se oponen a este absurdo exigieron en el Congreso Federal reponer el procedimiento de aprobación del dictamen presentado por Morena para desaparecer los 109 fideicomisos, porque señalaron que hubo desaseo en el proceso donde la mayoría de morenistas dieron por avalado el dictamen en lo general, sin embargo faltaron los artículos reservados y al menos la oposición logró frenarla anoche.
¡Una cochinada!, al puro estilo priista, pero los morenistas son malos aprendices.
Lamentablemente para aprobar estas reformas, Morena solo necesitaba la mayoría simple, claro que lleva a sus apéndices que votarían de manera uniforme como son el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista de México, aunque anoche no lo hicieron porque coincidieron con la oposición de que hace falta un análisis de los fideicomisos.
Extinguir estos mecanismos afecta gravemente a las comunidades científica y cultural, al Fonden, la protección a activistas de derechos humanos y periodistas cuando está en grave peligro sus vidas, pero eso tampoco les importa.
Y qué decir del INSABI, que también subsiste del fideicomiso, no les importa nada, ni la salud ni el bienestar de la población. Lamentablemente hay serias dudas de cómo se manejará ese dinero de los $68 mil millones de pesos, porque no hay candados ni una ley que les exija rendir cuentas, ni transparentar los recursos.
Ante el pretendido albazo, universidades, centros de investigación, organismos de la sociedad civil, fuerzas políticas, como instituciones autónomas, manifestaron su preocupación, porque la decisión impactará en sus desarrollos y operaciones.
El dictamen avalado por Morena argumenta que solo se trata de reasignar montos contemplados en el “Presupuesto de Egresos de la Federación o en las disponibilidades de los entes a cargo de los fondos y fideicomisos”.
La lista agrupa a 65 fideicomisos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), 26 son de Centros de Investigación, 18 más están destinados a proyectos como el Fondo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, Fondo de Desastres Naturales (Fonden), Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento y de estímulos al Cine nacional.
Aunque en un inicio, las y los legisladores morenistas planteaban la extinción de 55, pero ampliaron su recorte a 109, el coordinador de la bancada morenista en San Lázaro y aspirante a la dirigencia nacional de la 4T, Mario Delgado Carrillo argumentó en que la desaparición de los fondos no significa que el gobierno eliminará sus responsabilidades ni los apoyos.
Algunos recursos están comprometidos, pues corresponden a poblaciones específicas, eso dijo. De modo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dice, determinaría qué montos serán respetados y cuáles recibirá la administración encabezada por López Obrador.
Mientras que AMLO aseguró que la eliminación de fideicomisos no pone en riesgo los recursos para artistas, deportistas, investigadores y demás beneficiarios, “haremos una revisión de los mismos para que todos puedan recibir sus apoyos de manera directa, sin corrupción”. ¿Y quién garantiza que así será?
Ni siquiera analizaron cada fideicomiso en particular, ni los conocen, los que funcionan y los que no, incluso los que supuestamente han servido como fuente de desvíos de recursos, así lo mencionó el diputado federal petista Benjamín Robles Montoya, muy a la ligera, sin aportar datos y pruebas en la alta tribuna de San Lázaro, y dejó claro que no estaba de acuerdo con las formas porque no son las adecuadas.
Anoche en San Lázaro la discusión se puso fuerte, los opositores a Morena exhibieron sendas pancartas con las consignas:¡Criminal acabar con el Fonden!, ¡AMLO, dejas los problemas y te llevas el dinero!, ¡AMLO, desaparecer los fideicomisos no es la solución!, ¡Combatir la corrupción, sí, extinguir los fideicomisos no!
Las protestas y argumentos en tribuna de las y los diputados de oposición dieron fruto, al menos quedó en suspenso, la mayoría morenista no logró imponerse para fregarse los fideicomisos, pero si jodieron a la Corte, ¿ustedes creen que no se impongan?…ojalá prevalezca la razón.
Una de las grandes incongruencias de la 4T, es que para desaparecer estos fideicomisos no hubo consulta con las y los interesados, a quienes dejarán en la indefensión, les valió un cacahuate, pero ¿qué tal para los expresidentes?, haciéndole al “Tío Lolo”, porque ni habrá castigo y sí un gran despilfarro de dinero en la dichosa consulta, algo así como $8 mil millones de pesos costaría la consulta.
Si efectivamente AMLO quisiera castigar la corrupción de estos expresidentes no se necesita de una consulta, eso es populismo, basta con que les abra una investigación a fondo, se allane de pruebas y presentarlas ante el Poder Judicial…y sopas. Pero puede más la ignorancia y el populismo.
Como bien lo dijo el ministro Javier Laynez Potisek: “La justicia no se consulta”, se aplica y punto. Tiene toda la razón, fue el único que dio una cátedra constitucional, defendió la Constitución y los derechos humanos aún en contra de las mayorías con sendos argumentos jurídicos.
¡Ah!, pero primero es la popularidad dándole pan y circo al pueblo con efecto electoral. ¿A quién quieren engañar?
Mientras al pueblo bueno y sabio lo distraen con la consulta, las y los diputados morenistas pretendieron dar el albazo y desaparecer 109 fideicomisos, fregarse el dinero de la gente, no es otra cosa.
¿Qué más sigue señor Presidente?
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