¿Y así quieren ser un ejemplo de democracia en México?…Ni entre ellos mismos logran ponerse de acuerdo.
Es increíble que el partido en el poder como es el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) traigan un pleitazo y no alcancen a dirimir sus diferencias para que se realicen las elecciones internas.
En la lucha intestina por el poder y dinero que han emprendido, una guerra sin cuartel, los morenistas le han quedado a deber a la democracia de este país, el partido se les deshace en las manos. Llevan más de un año en la intentona de renovar dirigencia y nomás no lo consiguen.
¡Es todos contra todos!…Por más llamados que hagan a la unidad y reconciliación, “a los abrazos y no balazos”, los morenistas se despellejan.
El fondo son los $826 millones de pesos que administra Morena de prerrogativas, recordemos que eran $1,652 millones de pesos, pero en abril el INE les aceptó la solicitud de reducción del 50%, los cuales son destinados al sector salud por la covid-19, recursos que se regresan a la Tesorería de la Federación desde mayo pasado hasta diciembre de este año.
Y en esta lucha de poder, vemos a un Alfonso Ramírez Cuellar con una clara pretensión de perpetuarse otro año más al frente de la dirigencia nacional, mientras sus compañeros Porfirio Muñoz Ledo, Mario Delgado Carrillo y Yeidckol Polevnsky se tiran calabaza.
Hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que enviarles un mensaje fuerte en su mañanera del pasado 2 de octubre: “Mucho pueblo para tan pocos dirigentes”, les lanzó desde Palacio Nacional.
Y conste que es el único dueño de Morena, pero los otros ni lo ven, ni lo oyen. Por eso AMLO sostuvo que los de su partido “se enfrascaron en pleitos y se hacen las encuestas y se le pregunta a la gente si fuesen las elecciones por qué partido votarías, y ese partido está hasta arriba, o sea, es mucho pueblo para tan pocos dirigentes”.
Consideró que existen desbarajustes en Morena y “ojalá y los dirigentes estén a la altura del pueblo, eso sería mejor. Pero también por qué lo digo, para que no estén pensando de que son indispensables, insustituibles, afortunadamente Morena es pueblo”.
Más claro ni el agua, casi, casi, les dijo “ahuecando el ala”, porque el líder sigo siendo YO.
Solo que a este llamado, y ante la posible cancelación de la encuesta definitiva del proceso electoral interno por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien suspendió el proceso porque su convocatoria no tomó en cuenta la paridad de género, los aspirantes han pegado el grito en el cielo.
El órgano electoral les modificó la convocatoria y lineamientos para realizar la elección interna por encuesta abierta de la dirigencia nacional de Morena. Empezó, desde luego, por pedir que se garantizara que tanto hombres como mujeres participen en igualdad de condiciones.
Imagínense, el partido “democrático”, violentando la paridad de género.
Para ello, instó a que las listas de candidaturas a la presidencia y la secretaría general que participarán en la encuesta pública de reconocimiento, se conformarán por tres candidatas y tres candidatos a la presidencia y por tres candidatas y tres candidatos a la secretaría general.
“En caso de que no haya el número suficiente de personas de un género para conformar las listas de manera paritaria para la realización de la encuesta pública abierta, se incluirán en la lista de candidaturas a todas las personas de ese género subrerepresentado, independientemente de los resultados que arroje la encuesta de reconocimiento”, concluyó el INE.
Esta determinación cayó como balde de agua fría para quienes ya se veían sentados en la silla del Comité Nacional de Morena, como Mario Delgado Carrillo, que pese a que las encuestas no le favorecen, pero sí la “cargada” está con él, criticó el actuar del INE y pidió “no más piedras en el camino” y que permitan que la gente decida.
De su lado, el puntero de las encuestas que se niega al retiro, Porfirio Muñoz Ledo, quien ha hecho buena mancuerna con la senadora Citlali Hernández, sin quitar el dedo del renglón calificó la intención del TEPJF como un “atropello a la democracia mexicana” si decide cancelar la encuesta definitiva, puesto que en su caso de manera holgada se impuso en la medición de reconocimiento y hoy está en la recta final como favorito.
Y miren que no ha hecho campaña a diferencia de Delgado Carrillo que sin rendir cuentas de los dineros que administra en la cámara baja como pastor de la bancada de Morena, aplica el dispendio de recursos viajando por todo el país y ni así pudo superar en números a Muñoz Ledo, quien sin duda quiere coronarse, ya en el último eslabón de su larguísima carrera política, como dirigente nacional de Morena, lo fue del PRI y del PRD.
En esta guerra de tribus, porque eso son, recordemos que la mayoría saltaron del PRD como “chapulines”, traen esa escuela, los morenos no acaban de entender que están enseñando el cobre a la ciudadanía, que son iguales o peores que sus vecinos priistas y panistas, que las y los mexicanos se hartaron -precisamente- de esa forma desaseada de hacer política y votaron por un cambio, pero el poder y el dinero es más fuerte que cualquier acto de razón, claro que hay sus honradas excepciones.
Y justamente por ese dispendio de recursos a la vista, es importante resaltar la solicitud que formalizaron ayer las y los diputados federales de Morena ante la Auditoria Superior de la Federación (ASF) para que audite las finanzas de su grupo parlamentario en San Lázaro, ante la negativa de su coordinador Mario Delgado, quien desde hace dos años, no rinde cuentas ni transparenta los recursos.
Los legisladores federales de Morena están en completa omisión, exigen a Delgado Carrillo que rinda un informe de lo erogado en esos dos años de trabajo, así lo reveló el diputado Ricardo Del Sol Estrada, responsable de hacer la petición de auditoria, luego de que su coordinador se negó a transparentar el ejercicio de los recursos que maneja en la bancada y más aún ante la realización de giras por todo el país en su abierta campaña proselitista.
Delgado Carrillo colocó espectaculares, propaganda móvil y anuncios en el Metro de la Ciudad de México, lo que generó la desconfianza de sus compañeros y compañeras de bancada, como Aleida Alavez y Laura Imelda Pérez, quienes intentaron también formalizar su solicitud de auditoria, sin embargo, en las reuniones virtuales Mario Delgado no las dejó ni hablar.
Así se las gasta. Parece que la transparencia no se le da a don Mario.
Por eso ¿cuál democráticos?, ¿cuál transparentes?, ni lo uno ni lo otro, el fondo en la renovación de la dirigencia nacional de Morena, es el poder y el dinero, no hay más.
Veremos qué decide el TEPJF.
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