Cada 10 de octubre se conmemora la fecha, con el propósito de fomentar la toma de conciencia acerca de los problemas que genera. En este 2020, el encierro intensificó los casos preexistentes y generó miles de diagnósticos nuevos.
El concepto de salud mental se refiere a una amplia gama de actividades directa o indirectamente vinculadas con el factor de bienestar mental incluido en la definición de salud que da la OMS: “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
El 10 de octubre de 1995 la Federación Mundial para la Salud Mental y la Organización Mundial de la Salud declararon ese día con el propósito de fomentar la toma de conciencia acerca de los problemas de salud mental.
Promover la salud mental hace referencia al bienestar, a la prevención de trastornos mentales, y al tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos, es uno de los principales objetivos de la instauración de esta fecha, que se conmemora cada año.
En este 2020, el 10 de octubre llega en un contexto mundial totalmente distinto a los anteriores. La pandemia del coronavirus alteró significativamente la vida cotidiana de las personas: cambio de rutinas laborales, suspensión de clases presenciales, confinamiento social, y profesionales de la salud trabajando 24/7 sin horas de descanso y exponiéndose a la enfermedad con el riesgo de trasladar el contagio a sus seres queridos. Los pacientes de salud mental no quedaron exentos, ya que muchos pasaron a estar más aislados socialmente que antes.
Mara Fernández, Psicóloga especialista en TCA, explicó: “El encierro y las consecuencias socioeconómicas provocaron la intensificación o el desarrollo de algunos síntomas psíquicos y físicos. Esta puede ser una situación de aprendizaje para todos los ciudadanos, pero implica una mayor dificultad de adaptación para quienes padecen trastornos alimentarios”.
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