El procedimiento de revocación de mandato del presidente Municipal de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Gaudencio Ortiz Cruz, por exponer la salud de sus gobernados, generó diferencias entre diputados de la 64 Legislatura Local.
Durante la sesión de la Diputación Permanente, el diputado petista César Morales Niño confirmó que se solicitó a la Comisión Permanente de Gobernación destituir del cargo al edil junto con el de San Pedro Ixtlahuaca, quienes avalaron una serie de festividades.
“El párroco de Tlaxiaco defendió al presidente Municipal fijando posicionamientos políticos al señalar que he propagado odio y división en la población por haber anunciado la solicitud de revocación de mandato”, dijo el legislador.
Además, Cesar Morales Niño aseguró que el sacerdote cometió una severa transgresión a la laicidad y libertad de culto “el padre violó la Constitución, he presentado un punto de acuerdo para que las autoridades estatales conminen al párroco para evitar ese tipo de opiniones”.
No estoy en contra de la iglesia, de la fe, estoy a favor de cuidar la salud, agregó el legislador petista.
Minutos después, su homologo de Morena Mauro Cruz le reprochó a Morales Niño el procedimiento de la revocación de mandato.
“Nos preocupa la pandemia pero se debe ser respetuoso en los distritos y ojalá así lo hagas en tu distrito”, dijo el morenista quien defendió al edil de Tlaxiaco al señalar que éste no otorgó ningún permiso.
Esta bien que se siga con el procedimiento, continuó Mauro Cruz quien incluso se convirtió prácticamente en el “abogado” defensor.
La respuesta de César Morales Niño no se hizo esperar y le dejó claro a su homologo que ningún legislador es dueño de los distritos además de que como diputado promovente de la revocación de mandato debe garantizar que se cumpla la ley.
“Habrá llamados para alegatos. El asunto es por las manifestaciones del párroco de tlaxiaco. No se trata de linchar a nadie”, aseguró.